jueves, 13 de diciembre de 2007

EL DESPRECIO A LA VERDAD

A lo largo del progreso de la tecnología, cada nueva generación de medios de comunicación trajo consigo su carga de utopías de creación de espacios públicos de interacción participativa entre ciudadanos informados que hacen uso de su derecho a la palabra. Todo medio de comunicación nuevo constituye al mismo tiempo el punto de disputas entre lógicas sociales en competencia del Estado, del mercado y de la sociedad civil. Históricamente, las luchas por la libertad de expresión que ella implicaba en ese entonces, han estimulado y participado en las grandes batallas democráticas contra la censura, los derechos humanos, la esclavitud, etc. Estas luchas han contribuido en gran medida a la elaboración y la fundación de nuestra democracia, los principios y legislaciones que prevalecen en la actualidad en términos de derechos a la información y a la comunicación.

La libertad de expresión tiene efectos éticos, políticos
de esta situación pueden dar fe los periodistas que sufren censura, precisamente porque si lo dicen se quedan sin trabajo, son asesinados o secuestrados, es un precio muy alto por defender sus derechos. ¿En dónde está la libertad de expresión? si el periodista no puede decir que sufre censura en su medio porque ese medio lo censura.
¿Hasta dónde puede llegar la ética profesional? si cuando un exponente ha dicho no al soborno, las amenazas son un medio de presión, y si se publica algo que a "alguien" no le parece, el asesinato es la venganza de las personas involucradas y no satisfechas con lo expuesto.

Por esta razón muchos informantes se sumergen en la autocensura,
y no se expresan como ellos quisieran, temen por su vida. La causa es la poca o casi nula protección a los periodistas, informadores y críticos del país
ya que en México no existe una institución arraigada y poderosa que defienda sus derechos.

La escasa disposición del gobierno para esclarecer cada homicidio también juega un papel importante, las autoridades no investigan a fondo los hechos, simplemente los culpables quedan como fantasmas, en ocasiones por que los culpables son mas poderosos que la propia justicia o bien están relacionados.
El ejercer la libertad de expresión trae consecuencias y muchas más trae la impunidad, una de ellas es que la información queda relegada bajo los intereses de unos cuantos, que tras el hostigamiento se esconden verdades que la opinión pública tiene derecho a saber, pero que a opinión de los altos mandos no debe conocer.

La Fundación Manuel Buendía público que durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, cayeron 46 profesionales de la información, en los primeros dos años de este sexenio se detectaron 240 casos de agresión, en 1995 tres periodistas fueron sacrificados, en 1996 no se registraron muertes, en 1997 se registraron seis muertes, en 1998 la cifra asciende a nueve casos de muerte

Son los reporteros y foto reporteros los que se llevan el mayor porcentaje en cuanto a amenazas y agresiones, pues son ellos los que están en el momento de la noticia, en el año de 1998 se registraron con un 28 % y 13 %; para periodistas cuya especialidad es no identificada un 13%; directores de medios 11%; corresponsales 8%; columnistas y articulistas 8%, y con porcentajes menores se registraron agresiones a conductores o locutores 5% y editores 3%.

¿Qué debe hacer un periodista para defender su derecho a informar? O mejor dicho ¿Qué puede hacer en contra de las amenazas ? Son interrogantes que buscan una respuesta dentro de la telaraña de corrupción en la que estamos inmersos y que vive con nosotros.

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